Las Dalias [ Pagina 49 ]

Creo que fue un martes cuando Micaela, mi Madre y yo salimos en su busca, fuimos primero a uno de sacerdotes lo bueno era de que este colegio si era mixto se llamaba Winettka ( o algo así ) y mas que de sacerdotes era de monjas, monjas gordas, monjas con anteojos y con caras de pocos amigos.
Mi Madre se puso a conversar con una de ellas, supuestamente con la madre superiora, mientras que ambas conversaban Micaela y yo nos fuimos a caminar por el colegio, fuimos hacia el patio central: este patio era de cemento con una cancha de fútbol, dicha cancha de fútbol era varias canchas a la vez : de basquet, de voleibol, y de otras, además de este super patio, el colegio tenia un pequeño jardín y este jardín poseía un letrero que decía ; no malogren las plantas, me sobraron dedos para contar las plantas. Esta bonito no es cierto- me dijo Micaela, yo no le respondí, que no me gustaba y no me gustaba por muchas razones : note de primera impresión y creo por las caras de las monjas que ese colegio era absurdamente estricto y que además no poseía aquello que deben tener las cosas en su condición de simples cosas, ese algo que hace que uno se sienta bien, como te podría decir... ¿ alma ? si, alma le faltaba a aquel colegio.
Puedes traerme un cenicero.
Toma aquí tienes.
Felizmente la santísima madre suprema no quiso recibirme por que claro, ya había pasado mas de medio año de clases y que claro, muy gustosamente me podía recibir el próximo año,
Mientras mi madre hablaba con aquella señorita, Micaela y yo salimos del dichoso plantel por que mientras estabamos viendo los jardines sonó un endemoniado timbre y una bandada de incontables alumnos salieron de sus supuestas aulas, pero estos alumnos salían como si hubiera un temblor, o que estuvieran regalando algo en el patio y claro nosotros salimos primero que ellos pero nosotros salimos del plantel. Ya fuera esperamos un poco a que mi Madre termine de conversar luego de unos diez minutos salió, mi Madre estaba un poco triste, Micaela trataba de consolarla diciéndole que ese no era el único colegio y que deberíamos buscar otro.
Micaela además de ser mi hermana mayor era mi amiga, yo le contaba todo, y ella supuestamente me entendía y me ayudaba a hacer mis tareas, ella ya estaba por terminar el colegio, ella si estudiaba en Lima , en un colegio de monjas en el " Santísima virgen de...", a ella la llevaba mi padre al colegio, él salía del Triángulo a eso de un cuarto para las cinco de la mañana para llegar temprano al trabajo y como el colegio no quedaba del todo alejado de su ruta la dejaba en la puerta. A la salida Micaela se iba a la casa de nuestras primas para almorzar que vivían en San Borja, hay La Mica hacia sus tareas del colegio, veía televisión y claro se ponía a hablar como una lora vieja con Juliana - una de nuestras primas -, de ahí a eso de las seis y media de la tarde mi padre la recogía a la salida de su trabajo y llegaban a la casa a eso de las ocho de la noche, yo no la veía mucho, pero la esperaba como loco para sentarnos a conversar, para que me cuente las novedades de Lima y claro para que de lo que supuestamente me había traído ; un chocolate o algún libro, pero casi siempre los libros venían los viernes.
En que estaba.
En lo del colegio.
Tienes fósforos ?.
Los fósforos ya se me acabaron, espera ya vuelvo.
Carlos se demoro, pero luego llego con los fósforos y con algo de vino que había sobrado de la vez que estuvo con Lorenzo
Toma sírvete.
Gracias
Y a propósito de Micaela, ¿ que es de ella ?
Ella se caso con un medico, le va bien tienen dos cachorros increíblemente bellos, yo soy padrino del segundo, de Rafael, pero tú sabes, no le puedo dar regalos tan seguido, la música es aveces un tanto ingrata pero la vez que regresamos del Cuzco le regale una bicicleta montañera, el esposo de la Mica es buena gente, un huevon común y silvestre que se pierde entre los arboles, que nace, que crece, que se reproduce y adiós pampa tuya, pero es buen tipo, adora a la Mica, a pesar de haber tenido un problemilla fuerte por ahí, pero se les ve bien juntos, yo los visito bastante seguido, tu sabes la Mica me tiene cariño. ¿ Bueno en que iba ?.
En lo del colegio.
Aquel día no sucedió nada importante, llegamos a la casa, en el camino veía a varios chicos, supuestamente de por ahí pero ninguno era el " gordito " todos aquellos niños andaban en sus bicicletas, con amigos, como te decía por aquel tiempo yo no conocía a nadie y solo paraba - cuando se podía -, con la Mica pero mas que nada paraba con mis perros, llegue a tener nueve doberman enanos de veinticinco cm, para ser exacto, eran hermosos los bichos, sobre todo uno que se llamaba Jaky. Bueno a lo que íbamos al día siguiente volvimos a salir pero esta vez sin la Mica que debía de ir al colegio. Mi Madre y yo tomamos el microbús y nos fuimos a Chosica ahí había un colegio conocido de sacerdotes y este si que no era mixto se llamaba Santa Rosa de Chisica, quedaba frente al parque central
Claro que lo conozco, yo estudie ahí
Bueno resulta que en ese colegio tampoco me quisieron recibir por que claro, iba a terminar el año, pero no se preocupe señora, que de un examen y el próximo año puede estudiar aquí. Muchas gracias, hasta luego,- dijo mi Madre - , hasta luego le respondió el padre, luego me miro y tocándome la cabeza me dijo chau pequeñín. ¡ Que asco !, Detestaba que me toquen la cabeza y menos un viejo vestido con una falda larga. Mi Madre se puso otra vez triste, tomamos el microbús de regreso a la casa y tú sabes como es el Triángulo hay que subir y mi Madre cansada así que tuvimos que esperar - como lo hacían varios vecinos - a que pasara algún conocido en automóvil para que nos jale hasta mas o menos cerca de nuestra casa, como tu sabrás la Urbanización se divide en letras y nosotros vivíamos en la letra E, un poco mas allá de la mitad de la Urbanización, ese día esperamos a que pasaran varios automóviles hasta que paso la señora de la bodega, esta señora tenia una tienda a pocos metros de la casa de mi padres, y como es obvio todo se le compraba a ella, claro que habían otras bodegas mas surtidas pero esta era la mas cercana, la señora aquella vez que nos subió y al escuchar lo que mi Madre le contó acerca de los colegios la señora Chepita - que así se llamaba la señora -, nos dijo que había un colegio que se llamaba Clorinda Matto De Turner ( en honor claro a nuestra escritora cuzqueña, que dicho sea de paso no he leído ni una línea ), y que no era del todo malo a pesar de su fama pero si lo que quería era no perder el año, podía matricularme ahí y que después podía dar el estúpido examen e ingresar al dichoso Sta. Rosa. Mi Madre se entusiasmo un poco, mejor dicho se tranquilizo un poco. Luego llegamos a la casa a eso de las tres, le dimos de comer a los perros y de paso comimos nosotros también.

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