El cinema de Chaclacayo, los conciertos en el estadio en el mes de abril, el brazo blanco y pequeño de mi primera enamorada, las cocadas de chocolate en la bodega de Chepa, el sol quieto y ebrio de Chosica, de púrpura se desdibuja, el Rimac con sus eternos huaycos, la carretera central es una línea blanca llena de memoria.

El cerro parlante a la altura de Huaycan, quitarle el sostén a mi segunda enamorada, Ricardo llenándose la barriga con cerveza en Santa Inés, la ventana abierta y el aire dulce estrellándose en el rostro, Alfieri tocando Blues en el Tambo Pariachi, el techo roto de calamina de cuarto de secundaria por donde se colaban las ramas de palta, el patio, la pelota de trapo, las noches de los viernes en que iba con mis viejos a comer anticuchos al mercado , la bodega del viejo italiano, "El bar de los notables", el sexo maduro y pequeño de Nelly, la primera borrachera, las exposiciones caninas, las primeras lágrimas por una mujer, las ultimas lagrimas por una mujer, los inventos absolutamente inútiles del buen Jorge Eduardo, las peleas con los demás muchachos, las primeras gotas de sangre en la nariz, los pies de Teresa, y estas paredes tan altas y tan de nadie....

 

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